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Valentino Haute Couture Spring-Summer 2008 |
5.177.337,5
millones de parisinos a los que les interesa la moda. Exactamente la mitad de
su población. Esta salomónica partición la hizo hace un siglo Emmeline Raymond
-socióloga y escritora francesa- y los expertos en moda aseguran que sigue
vigente. Mañana empieza la Semana de la Alta Costura y al ver esta imagen en
blanco y negro de París es fácil (y divertido) trazar una línea imaginaria que
separe a esos 10.354.675 millones de personas bajo una sencilla premisa: a los
que les palpita más rápido el corazón al pensar en el desfile de Chanel y a los
que no.
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exigencias inexcusables. La Alta Costura exige a los privilegiados que forman
parte de tan exclusivo club de moda presentar dos colecciones al año (enero y
julio) con una colección de unos 50 trajes, emplear a un mínimo de 20 personas
en el taller de cada couturier -en la imagen, el de Chanel- manufacturar los
trajes con un mínimo de 100 horas para ello, utilizar telas exclusivas, hacer
tres pruebas antes de entregar el diseño, marcar el precio de cada pieza entre
los 16.000 y los 60.000 euros y confeccionar como máximo tres modelos por
diseño.
Daphne
Guinness es una de las principales coleccionistas de Alta Costura, un club tan
selecto como el de los diseñadores que lo forman. Además de haber adquirido el
armario completo de Isabella Blow y de su pasión por la técnica militar
aplicada a la moda -materializada en ese alucinante guante de oro y diamantes
que suele llevar- , Daphne es una defensora a ultranza de las maneras de la
Alta Costura. En una entrevista con el Telegraph se lamentó de que estuviera
"agonizante" por la falta de clientas y de hombres cualificados para
llevarla a cabo.
1868,
el año en el que empezó todo. El calificativo de Alta Costura se usa
incorrectamente en ocasiones para definir una colección de trajes de noche. La
realidad es que va más allá: compromete a las firmas de moda a mantener unos
altos estándares de calidad y, a cambio, el diseñador obtiene una protección
jurídica. Todo empezó en el siglo XIX cuando un grupo de diseñadores fundaron
la Cámara Sindical de la Moda -hoy Federación Francesa de la Costura- con el
fin de evitar el plagio de sus vestidos.
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Valentino Haute Coututre Fall-Winter 2011 Backstage. |
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Elie Saab Spring-Summer 2011 |
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Valentino Haute Couture Spring-Summer 2008 |
Dos
minutos, 120 segundos, de pasos a cámara lenta y sabiendo que todos los
esfuerzos para mantener esta forma de moda aún tienen sentido. Un número
indeterminado de lágrimas por cada cristal cosido a mano en un taller de París.
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Giambattista Valli Fall-Winter 20011 |
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Valentino Haute Couture Spring-Summer 2011 Backstage |
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Elie Saab Spring-Summer 2007 |
150
personas (o más) las que han fingido haber recibido un ramo de rosas de Karl
Lagerfeld en su habitación de hotel. Las flores, como hemos dicho, son la
moneda de cambio durante la Semana de la Alta Costura. Y si se reciben con una
tarjeta escrita del puño y letra del Kaiser se convierten en el mayor símbolo
de estatus y prominencia social. Así que, si uno no está en la lista de envíos
florales del Kaiser, ¿por qué no fingir que sí está? Es la versión de la
montaña y de Mahoma, pero aplicado en moda.
Número
infinito (de todo aquello que la clienta guste y requiera). Francoise Montenay,
presidente de Chanel, dijo en una ocasión: "La Alta Costura es la licencia
para usar absolutamente todo: los materiales más exclusivos, las telas más
complejas de conseguir y cortar... Quien adquiere un diseño de Costura jamás lo
verá en otra persona, así que tiene derecho a pedir lo que se le antoje y a
hacer todos los cambios que considere necesarios hasta que su vestido sea
completamente perfecto".
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Dior Haute Couture Spring-Summer 2009 |
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Christian Lacroix Fall -Winter 2008 |
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Dior Atelier |
800
periodistas de moda acreditados para la Semana de la Moda. Una cifra muy
pequeña comparada con la que cubre las Semanas de la Moda Prêt-à-porter, pero
directamente proporcional a los desfiles y a la exclusividad inherente a la
Alta Costura. A estos cuatro días de moda híper elitista acuden celebrities,
pero también se cuentan con los dedos de una mano: Cate Blanchett, Nicole
Kidman, Dita Von Teese, Mila Jovovich, Katie Holmes... Todas ellas entran en
esa ecuación perfecta de macaroons de Ladurée, copas de Veuve Clicquot y flores
enviadas a su habitación del Ritz. Volviendo donde empezamos, nos gusta imaginarlas
por las calles de este París en blanco y negro, entre esos 5.177.337,5 millones
de parisinos a los que la moda les acelera la respiración.
Gracias: María Hurtado de Mendoza.
Vogue.es
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Christian Dior Haute Couture Spring.Summer 2011 |
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Elie Saab Haute Couture Spring-Summer 2007 |
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Pierre Balmain Fall-Winter 2002 |
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