Hace unos años, se abrió en Aguascalientes el Museo Nacional de la Muerte, este lugar explora la fascinación de nuestro país con la muerte y el morir.
Nuestra cultura está impregnada de cosas relacionadas con la muerte. Este museo, nos enseña más sobre los sacrificios humanos de los aztecas hasta la veneración actual de la Santa Muerte.
En sus galerías, los cráneos humanos con incrustaciones de turquesa sorprenden a los visitantes con su belleza. Pequeños esqueletos se reúnen alrededor de mesas brindando su propia desaparición. La Parca mira a través de una habitación en una caja llena de crucifijos sangrientos.
Todo surgió porque un coleccionista de arte mexicano tenía un montón de esqueletos en su armario: decenas de calaveritas, dioramas esqueleto, junto con cientos de otras curiosidades relacionados con la muerte… obras de arte que había adquirido por más de 50 años.
El propietario, Octavio Bajonero Gil, decidió abrir un museo para exponer su colección. Al mismo tiempo, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, una universidad estatal, estaba buscando fundar un museo diferente. Ambas partes se mostraron encantados por este proyecto, y en junio del 2007, el museo abrió sus puertas en dos edificios propiedad de la universidad en el centro de Aguascalientes, cuya admisión es de 20 pesos.
La reacción al museo entre los mexicanos ha sido un poco indiferente, tal vez se deba a que el país está lidiando con una ola de asesinatos debido al narcotráfico. Entre los extranjeros, sin embargo, el museo ha sido un gran éxito. Alrededor de un tercio de sus 70.000 visitantes anuales son de otros países, principalmente Estados Unidos.
Esta es la temporada alta para el museo por el día de muertos…La fascinación con la muerte tiene sus raíces en las religiones prehispánicas, Mayas, aztecas y otras culturas consideran la muerte como un paso importante entre la vida y la reencarnación. Las almas de los antepasados fueron constantes compañeros.
En una galería, esculturas precolombinas se pueden ver esqueletos que representan las almas de los muertos. Otros representan sacrificios humanos, o el Xólotl, que guía a las almas al Mictlan, el inframundo azteca.
El museo también incluye representaciones de la muerte de otros países; desde el Halloween de Estados Unidos hasta pequeñas replicas de los soldados de terracota China.
Muchas de las calaveras en el museo fueron dibujadas por el caricaturista Jose Guadalupe Posada, un nativo de Aguascalientes, que critico a la alta sociedad en la primera década del Siglo XX a través de representaciones como la "Catrina Garbancera".
Una de las figuras más representativas de nuestra cultura y del folklore mexicanos es, sin dudas, la famosísima huesuda con plumas: la Catrina. Este dibujo vino de la mano de José Guadalupe Posadas y en realidad se llamaba La Calavera Garbancera.
Garbancera es la mujer indígena que trataba de imitar a los españoles: se vestían y comportaban como ellos –sin serlo, claro-.
¿Y cómo llegamos a conocerla por La Catrina?
Según el investigador Agustín Sánchez González, fue el pintor mexicano Diego Rivera quien la bautizó. Pero no sólo eso: también la vistió. Al parecer Posadas no le agregó ningun vestido elegante como tal cual la conocemos, sólo la dibujo en un plano medio, y Rivera le regaló algo de elegancia en su mural"Sueño de una tarde dominical"
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