Tras vestir a Charlene Wittstock en su recién estrenado papel como princesa de Mónaco, Giorgio Armani ha presentado en París una colección magistral. Evocando la figura de la geisha en todas y cada una de sus creaciones.
Bajo el nombre "Hommage au Japon", el italiano ha puesto sobre la pasarela smokings de gran influencia oriental. Patrones derivados del tradicional kimono, fajines y femeninas americanas de cuello mao. La paleta cromática, dominada por el negro, se salpica de colores vibrantes procedentes del lejano oriente como el naranja, el verde o el amarillo. En cuanto a tejidos, el satén y la seda más tradicionales conviven de forma amable con el terciopelo, trabajado en corpiños, cuerpos y trajes.
La noche, aunque con marcada vocación japonesa, se occidentaliza discretamente, con propuestas más sobrias y minimalistas, en las que el negro y el naranja acaparan todo el protagonismo.
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