El hombre
responsable en gran parte de la belleza arrebatadoramente exquisita de la Alta
Costura Francesa ha muerto. Francois
Lesage, Caballero de la Legión de Honor, era el jefe de “Maison Lesage”, el
legendario salón de bordado en París, en donde una rara magia llena de belleza
nacía entre cuentas y bastidores, entre sedas e hilos. Tenía 82 años.
Al parecer su
talento artístico estaba en la sangre. Su padre, Albert, fundó la empresa
familiar en 1924, cuando compró el taller del bordador de Napoleón III, “Michonet”,
quien también había trabajado para Charles Frederick Worth. Posteriormente se
casó con Albert Marie-Louise Favot, una bordadora de la Maison Madeleine Vionnet.
La historia del taller Lesage podría resumirse en
una cifra: 60 toneladas de perlas, hilos o plumas atesorados entre sus paredes.
La herencia de cerca de un siglo de excelencia en el ámbito del bordado
artístico. Con
ese legado ¿Cómo podría haber seguido otro camino?
Por suerte, él se
enamoró de embellecimiento textil con hilos y cuentas, y ha ayudado a mantener vivo
este arte altamenta calificado, a través
del trabajo de la Maison, como bordador insustituible de casas de Alta Costura tales como Christian Dior, Chanel, Jean Paul
Gaultier y Valentino, y en su momento para
Pierre Balmain,Givenchy, Ungaro,
Christian Lacroix e Yves Saint Laurent, además garantizando el surgimiento de
manos talentosas especializadas en este “arte” a través de la escuela parisina,
Lesage Atelier de Broderie.
Chanel salva la Maison mediante su compra en el
2002. Esta adquisición permitió que el
bordado se desarrollara conservando su independencia. Hoy en día, la lista de
clientes de François Lesage incluye tanto a Dior como a Yves Saint-Laurent o
Dolce & Gabbana. Y para asegurar el auge comercial de su empresa, el
maestro del bordado ha sabido conjugar el Prêt-à-Porter de lujo con la alta
costura.
En su larga
carrera, Lesage conoció a Yves Saint-Laurent cuando tenía 19 años de edad y trabajaba para Christian Dior. "Y a Karl (Lagerfeld)
también. Era un jovencito cuando lo
conocí en la casa Patou. A Gaultier o Lacroix, que es mi ahijado, también los
conocí cuando eran debutantes", relató el bordador en una entrevista que
concedió a AFP en enero de 2010.
"Nunca me
planteé hacer otra cosa. Sigo durmiendo en la
habitación en la que nací".
Adieu Francois
Lesage
(1929-2011)
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